Nosotros que tantas veces
y con tanta gente diversa
hemos tenido todo el amor
que no se tiene con nadie más,
pisaremos el celaje
con la cabeza en la tierra,
beberemos decirnos adiós
como una bienvenida,
en el vaso del olvido
en la daga del beso,
con el trago del recuerdo
con la sangre del espejo.
El alcance del sufrimiento
se entierra en el límite
entre inicio gastado
y cansancio que anida.
No me gusta escuchar
que después de la muerte
no hay nada, y tampoco
no me gusta oír
que después de la muerte
viene aún otra cosa.
La hierba distingue
las caras entre las nubes...
La mujer sin llantos
dice te amo, y se va;
la mujer de los ojos ateridos
dice no me importas, y se sienta.
Si en la piedra se lee:
Naturaleza no conserva,
en el agua se grabará:
Naturaleza no elimina.
El gran sabio dice blanco,
y un aún más sabio
dice negro! Yo respiro
entre las hojas de oro.
(Miquel de Palol, de Gralles al galliner)
Imagen: retrato de Miquel de Palol por Misha Kominek
Etiquetas: Miquel de Palol