Paulillas negras
Me siento en tu boca
para que me bebas,
palpo la humedad de tus mejillas
y salto, mar adentro, en tu pecho,
paulilla negra que desvela presagios.
Mis dientes subirán por tu vientre
y retendré tus manos con fuerza,
para lamer secretos antiguos de tu cuerpo
en los senderos trazados por el musgo
en un murmullo
de lenguas de cobra entre las sombras.
Al final del viaje,
sólo queda
mirarte a los ojos, frente a frente,
y comerte ávida
y raposa.
(A mirada de Astarté)
3 Comments:
Un viaje que desdice a Machado en eso de que lo peor es la llegada.
Besos, Sintagma In All Colours.
raposa...
Me encanta este poema tan, tan visual. Es impresionante, qué fácil aparecen las figuras ante mis ojos. Parece que los estoy oyendo...BUfff...¡¡A trabajar, que se me pega el arroz!!
El cuerpo escriturado como una ofrenda en la comunión de un mismo tiempo. Estupendo canibalismo a trote lento.
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